El curso 2019/20 empezará en Asturias con los docentes de secundaria a 18h.
El Congreso ha aprobado hoy la Ley que recupera la jornada lectiva de 18h en secundaria y revierte los recortes en materia de incremento de alumnos y sustituciones del profesorado.
El Gobierno de España esquiva, sin embargo, la enmienda del Senado para que la jornada lectiva sea de 18 y 23 en todo el país, que ANPE había promovido en el Consejo Escolar del Estado, lo que supone una varapalo a la vertebración del sistema educativo y de las condicones trabajo del profesorado en el conjunto del Estado.
El gobierno de la nación le ha pasado la patata caliente a las CCAA, que deberán “negociar” en sus ámbitos la jornada lectiva del profesorado, lo que favorecerá que haya una disparidad entre comunidades, incomprensible al tratarse de cuerpos estatales, que se verá condicionada no sólo por la voluntad política, sino también por la disponibilidad económica de cada región, lo que propiciará la existencia de comunidades de primera y de segunda en materia educativa.
En Asturias, por su parte, el reciente Acuerdo de 26 de noviembre sobre Jornada, Plan de Evaluación y reducción de la Burocracia firmado por ANPE permite la reversión de la jornada lectiva del profesorado de secundaria a la situación de 2012, de modo que el curso 2019/20 empezará en el Principado con los docentes de secundaria a 18h.
La previsión ya estaba hecha: efectivamente, los presupuestos del Principado para 2019 ya contemplan 417 nuevas contrataciones en el curso 19/20 fruto de la aplicación de la medida.
El escenario actual obliga al Principado a aplicar las otras medidas que la Ley aprobada hoy contempla: concretamente eliminar el aumento de alumnos por aula y sustituir las bajas del profesorado desde el primer día, sin necesidad de esperar 10 días como hasta ahora, una reivindicación que ANPE ya adelantó con anterioridad.
Mención especial requiere la reivindicación sindical de ANPE para propiciar la bajada de la jornada lectiva de los maestros a 23h, frente a las 25 actuales. Razones de índole pedagógica y de mejora de la práctica docente sustentan esta justa reivindicación, en beneficio del destinario final: los alumnos. Esperamos que la nueva Consejería de Educación se manifieste sensible a abordar esta medida que de manera contumaz rechazó el actual equipo.
