La Consejería abandona a su suerte al profesorado y equipos directivos
En la Mesa Sectorial de Educación celebrada hoy, ANPE ha rechazado apoyar las nuevas instrucciones para la organización del curso escolar.
No ha habido una negociación real: de acuerdo con la práctica habitual de la administración, las instrucciones ya fueron decididas y anunciadas públicamente hace días antes de someterlas a la Mesa de Negociación, que se ha convertido así en un mero trámite.
Son instrucciones dictadas de manera unilateral, sin diálogo ni consenso y que carecen del aval de los sindicatos docentes, de las familias y del Consejo Escolar del Principado.
Son instrucciones que llegan tarde: se ha dejado pasar todo el verano sin hacer nada a pesar de las voces que alertaban de la problemática ya en julio.
Si bien corrigen aspectos demandados por ANPE (disminución de ratios, uso obligatorio de mascarilla sin excepciones y más contratación de profesorado), llegan tarde, obligan a retrasar el inicio de curso, a modificar el calendario escolar y utilizan las pruebas PCR al profesorado como coartada para justificar el retraso, señalando y desprestigiando una vez más al colectivo.
Y lo que es más grave, las instrucciones abordan los problemas de índole higiénico-sanitaria, pero eluden las cuestiones laborales del profesorado, organizativas y académicas de la enseñanza en el nuevo escenario.
ANPE denuncia que la Consejería abandona de nuevo a su suerte al profesorado, a quien no ofrece soluciones ni recursos:
- El documento no aporta propuestas concretas sobre la regulación de la docencia a distancia y aboca a repetir los errores del confinamiento, pues supondrá jornadas de trabajo de 12h diarias para miles de profesores que tendrán que combinar enseñanza presencial y a distancia.
- No se dice nada sobre las medidas concretas de protección de la salud del profesorado, empezando por la dotación de mascarillas y EPI’s si fueran necesarias.
- Las instrucciones no atisban siquiera la dotación al profesorado de conectividad, medios informáticos, ni recursos metodológicos ni didácticos para la enseñanza online.
- Se reitera la atribución de toda la responsabilidad organizativa a equipos docentes y directores, que tienen ahora que deshacer todo el trabajo realizado adaptándolo a las nuevas instrucciones.
- Se endosa al profesorado el control y seguimiento de la pandemia, con intromisión profesional en las funciones del personal de enfermería cuya contratación ANPE y otros sectores sociales reclaman.
- No se contemplan planes de refuerzo y recuperación para el alumnado que peor ha acabado el curso pasado.
- Nada orienta sobre la reducción de contenidos de un currículo inabarcable, más en un escenario de docencia online.
- Tampoco se aborda la sustitución eficaz del profesorado, mediante al menos dos convocatorias y adjudicaciones semanales de interinos, evitando esperas de un mínimo de 10 días en los que los alumnos están sin profesor.
- No soluciona la situación del personal vulnerable, a quien no se le ofrece teletrabajo, saltándose la normativa. Para ANPE es más razonable que este personal esté en casa teletrabajando que en casa de baja porque su enfermedad no le permite exponerse en un centro educativo, conviviendo con cientos de personas en aulas reducidas y cerradas.
- Tampoco se ofrece un plan de formación del profesorado, que le permita abordar eficazmente la enseñanza a distancia.
En fin, queda mucho por hacer para arreglar este cúmulo de inconcreciones e improvisaciones que no auguran el curso ordenado que se merecen alumnos, familias y docentes.
Para finalizar, un ejemplo de la incongruencia de estas instrucciones: se proponen aulas estables de convivencia de 21 alumnos y, por otro lado, se permiten aulas de hasta 33 alumnos en Bach si se respeta la distancia de 1,5 mts. Se desaconsejan las actividades complementarias (que son tareas educativas), a la par que se permiten las actividades extraescolares, que se realizan al aire libre, con ventilación, indicando que no podrá haber más de 12 alumnos. Además, por su organización, se rompen las unidades de convivencia creadas en los grupos estables, echando por tierra todo el esfuerzo de agrupaciones realizado en las aulas. ¿Alguien lo entiende?
En estas condiciones, ANPE no puede avalar la gestión de la Consejería.
