ANPE exige a las autoridades la adopción de las medidas sanitarias y organizativas que permitan una enseñanza presencial y segura
ANPE reclama reducción de ratios, desdobles de aulas, cobertura inmediata de las bajas del profesorado, dotación de mascarillas adecuadas y vacunación, entre otras medidas.
Desde el inicio de la pandemia hace ya casi 2 años, todos los esfuerzos se han dirigido a la búsqueda de la normalidad, que en los centros escolares es sinónimo de presencialidad. Por eso, el curso pasado se hicieron esfuerzos para asegurar un retorno seguro a las aulas, adoptando medidas que se demostraron eficaces para contener la pandemia: entradas escalonadas, higiene, sectorización de patios, grupos burbuja de convivencia estable, ventilación, uso generalizado de la mascarilla, ratios reducidas y contratación de más profesorado para atender a los desdobles de aulas. Este curso, sin embargo, por motivos económicos, se decidió aumentar ratios y no desdoblar aulas, con hasta 33 alumnos en aulas de bachillerato.
La llegada de la vacuna supuso un antes y un después en la lucha contra la pandemia: por eso mismo no se entiende el retraso en la puesta en marcha de la vacunación de los alumnos menores de 12 años y en la dosis de refuerzo del profesorado, que no comenzaron hasta mediados de diciembre, mientras se estaba vacunando a personal administrativo, por ejemplo, que no tiene contacto directo con otras personas. Tampoco se entiende el parón en la vacunación estas navidades: hoy se ha retomado esa vacunación, a 6 días del retorno a las aulas.
La consigna en la conferencia nacional de sanidad y educación es asegurar a toda costa la presencialidad, adaptarse a la evolución de la enfermedad y la gravedad de los contagios y la progresión en la vacunación, evitando las cuarentenas de aulas completas, y favorecer que la actividad económica no se desplome por la ausencia de los trabajadores al cuidado de sus hijos.
En consecuencia, se ha optado por cambiar los protocolos para aislar sólo a los casos positivos y no harán cuarentena los contactos estrechos estén o no vacunados. Veremos si este cambio en los protocolos no se traduce en más contagios.
Sanidad y Educación tiene que informar con transparencia a los equipos directivos, profesorado y a las familias, para que no queden dudas sobre el procedimiento a seguir cuando se produce un positivo en un aula. Una propuesta razonable, como hace Navarra desde el inicio de curso, sería someter a PCR al resto de alumnos y profesores del aula, para permitir la continuidad de la actividad lectiva en condiciones de seguridad.
El profesorado ha cumplido y se ha vacunado mayoritariamente, pero aún así no se entiende la incongruencia que supone que para un mismo fin se propongan medidas dispares en función del colectivo o la actividad: efectivamente mientras para otros sectores de la administración se acaba de regular el teletrabajo, la atención presencial de uno en uno mediante cita previa y con mamparas de protección de hasta 2 metros de altura, en cambio, para el ámbito educativo, se propone mantener la situación actual de relajación de medidas, el personal docente y los alumnos conviven en espacios reducidos, con la única protección recomendada de la mascarilla quirúrgica (que nadie lleva, porque no verás a un profesor sin su mascarilla FFP2 pagada de su bolsillo) y la ventilación cruzada, que ahora son la única tabla de salvación frente al covid si la vacunación no alcanza a toda la comunidad educativa.
Por ello, ANPE reitera que la consejería está obligada, al menos, a:
- acelerar la vacunación de refuerzo del profesorado y de los alumnos no vacunados
- ofrecer mascarillas FFP2 a sus trabajadores
- reforzar la calefacción en los centros educativos, para asegurar la ventilación
- ofrecer segunda actividad o teletrabajo al personal docente vulnerable
- habilitar dos convocatorias semanales de interinos para cubrir con carácter inmediato las bajas del profesorado y asegurar la actividad lectiva.
Medidas todas que trasladaremos en la Mesa General de negociación del Principado de Asturias de 5 de enero, aunque algo nos dice que no habrá tal.
