La encuesta “Estudio Internacional de la Enseñanza y del Aprendizaje” (TALIS) 2024 ha sido difundida en los centros educativos de secundaria y presenta múltiples deficiencias:
- La encuesta carece de una cláusula de consentimiento informado y de menciones explícitas a la legislación aplicable, en los términos establecidos por el artículo 13 del Reglamento 2016/679 y la Ley Orgánica 3/2018, siendo complicado hacerse una idea cabal sobre la finalidad del tratamiento, la legitimación y base legal que lo sustenta, los plazos de conservación de los datos o los derechos que le asisten al interesado, así como la Autoridad Independiente de Control a quien dirigirse cuando considere que sus derechos no han sido respetados.
- La encuesta permite trazar perfiles personales mediante el registro de acciones como hora de inicio de sesión, tiempo empleado en contestar a cada pregunta, el tiempo en rellenar la encuesta, el desarrollo y aprendizaje profesionales o las prácticas profesionales y pedagógicas.
- La directiva de protección de datos que se cita está alojada en un servidor no nacional de España y se encuentra redactada exclusivamente en inglés, lo cual dificulta su inteligibilidad, contrariamente al artículo 5 del Reglamento 2016/679.
- No garantiza el anonimato del encuestado: la encuesta practica la seudonimización en lugar de la anominización, lo que posibilita la identificación del profesor, dado que tanto el usuario como la contraseña son preasignados por el encuestador y se trata de identificadores en línea, datos personales en los términos contemplados en el artículo 4 del Reglamento 2016/679, que se incumple.
- Todo ello sin perder de vista que cumplimentar la encuesta es, supuestamente, un acto voluntario, pero desde los centros se está exhortando imperativamente como si de una obligación se tratara.