Los resultados PISA sitúan a Asturias por encima de paises hasta ahora referentes en Educación, como Suecia o Finlandia.
Los buenos resultados hay que atribuirlos al trabajo de alumnos y profesores, que tuvieron un comportamiento casi heróico por la apuesta por la enseñanza presencial en tiempos de covid, cuando no se podían juntar más de 4 personas, pero en las aulas asturianas entraban hasta 33 alumnos por hora.
Sin duda, en Asturias, el modelo del Plan de Evaluación, que mide la actividad docente, ha contribuido a una mejora de la práctica educativa, al igual que ocurre en CyL donde comparten un modelo de carrera profesional.
En Asturias, no podemos dormirnos en los laureles: es necesario seguir avanzando en políticas que favorezcan la calidad educativa y una mejor atención al alumnado, mediante la reducción de ratios, de la burocracia y de la jornada lectiva de los docentes, para una mayor individualización de la enseñanza.
En el conjunto de España, destaca que los resultados PISA muestran una diferencia de hasta dos cursos entre CCAA, lo que demuestra una debilidad del sistema educativo español, que ya no es único, sino diferente según en donde residas.